Las enfermedades respiratorias son aquellas que afectan a las vías respiratorias superiores o inferiores, como la nariz, la garganta, los bronquios o los pulmones.
Pueden ser causadas por virus, bacterias u hongos y se transmiten por el contacto con las gotitas o las secreciones de las personas infectadas.
Algunas de las enfermedades respiratorias más comunes son el resfriado común, la gripe, la faringitis, la bronquitis y la neumonía.
Las enfermedades respiratorias pueden causar síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dificultad para respirar y malestar general. En algunos casos, pueden complicarse y provocar otitis, sinusitis, asma o insuficiencia respiratoria.
Las personas más vulnerables a sufrir enfermedades respiratorias son los niños, los adultos mayores, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades crónicas o con el sistema inmunitario debilitado.

¿Cómo prevenir las enfermedades respiratorias?
Para prevenir las infecciones respiratorias se recomienda adoptar una serie de medidas de higiene y cuidado personal que ayuden a evitar el contagio y a fortalecer las defensas del organismo. Algunas de estas medidas son:
Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón
Se puede hacer también con una solución de alcohol glicerinado, especialmente después de estornudar, toser, sonarse la nariz o tocar superficies contaminadas.
Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar
Al evitar las enfermedades respiratorias, se debe realizar con el ángulo interno del codo o con un pañuelo. Evitar toser o estornudar sobre otras personas o sobre objetos que puedan ser tocados por otros.
Evitar el contacto directo
Especialmente con personas que tengan síntomas de enfermedades respiratoria. No saludar de mano o de beso y mantener una distancia prudente.
Si se convive con una persona enferma, usar mascarilla y limpiar frecuentemente las superficies que pueda haber tocado.
Ventilar los espacios cerrados
También se debe evitar aglomeraciones de personas. No fumar ni exponerse al humo del tabaco u otras sustancias irritantes. Usar humidificadores o vaporizadores para mantener el aire húmedo y facilitar la respiración.
Mantener una alimentación equilibrada y variada
Para evitar las enfermedades respiratorias debes tener incluida frutas y verduras ricas en vitamina C y otros antioxidantes. Beber abundante agua y otros líquidos para mantenerse hidratado y fluidificar las secreciones. Evitar el consumo en exceso de cafeína o alcohol.
Realizar ejercicio físico moderado y regular
Esto permite que mejore la capacidad pulmonar y la circulación sanguínea. Evitar el ejercicio intenso o extenuante que pueda debilitar el sistema inmunitario.
Descansar lo suficiente y evitar el estrés
Dormir al menos siete horas al día y procurar tener un sueño reparador. Practicar técnicas de relajación o actividades que generen bienestar emocional.
Mantener al día el calendario de vacunación
Especialmente las vacunas contra la gripe y el neumococo. Para evitar las enfermedades respiratorias debes consultar con el médico sobre la conveniencia de vacunarse según la edad. Además del estado de salud o los factores de riesgo.
Estas vacunas pueden prevenir o atenuar las complicaciones de las infecciones respiratorias causadas por estos microorganismos.