La Ley de Vivienda, una de las principales legislaciones del Gobierno de coalición. Ha entrado en vigor recientemente sin haber prosperado las enmiendas y propuestas de veto en el Senado.
Esta nueva ley, publicada en el BOE durante la campaña de las elecciones autonómicas y municipales. Introduce cambios significativos en relación al desalojo de los okupas, y afecta directamente a los grandes tenedores de viviendas.
La entrada en vigor de la Ley de Vivienda ha generado un debate acalorado, en relación al desalojo de okupas y los derechos de los propietarios.
Mientras que la ley introduce medidas para regular el proceso de desalojo, como la comunicación previa y la especificación de la vivienda ocupada, ha recibido críticas por parte del sector inmobiliario y político.
Se argumenta que la legislación promueve la okupación, y afecta a los derechos constitucionales de los propietarios, generando inseguridad jurídica.
La polémica en torno a esta ley, demuestra la complejidad de encontrar un equilibrio entre la protección de la vivienda, y los derechos de los propietarios en el contexto actual.
Cambios en el proceso de desalojo de okupas: Mayor transparencia y requisitos específicos
El proceso de desalojo de okupas, ha experimentado cambios significativos con la entrada en vigor de nuevas disposiciones legales. Estas modificaciones buscan brindar mayor transparencia y establecer requisitos más claros, para garantizar la efectividad de los desalojos.

Comunicación previa del desalojo
Uno de los cambios más destacados es que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, deben comunicar el día y la hora del desalojo a los ocupantes.
Esta medida elimina la intervención por sorpresa, brindando a las partes involucradas la oportunidad de prepararse y actuar de acuerdo con la situación.
Presentación de acreditaciones relacionadas con la vivienda
Ahora, el propietario del inmueble debe presentar todas las acreditaciones relacionadas, con la vivienda ocupada al solicitar el desalojo. Esto incluye documentación que demuestre la propiedad legítima del inmueble, y cualquier otro requisito legal pertinente.
Esta medida tiene como objetivo, garantizar que el proceso de desalojo se lleve a cabo de manera adecuada y con respeto a los derechos de ambas partes.
Especificación de la vivienda habitual
Las demandas de desalojo deben incluir una especificación clara, de si el inmueble ocupado es la vivienda habitual de la persona ocupante.
Esta disposición tiene como objetivo, evitar situaciones en las que se desaloje a personas que habitan en una vivienda como su residencia principal, brindando una protección adicional a los ocupantes que residen de manera regular en el lugar.