La sequía en los bosques de Catalunya: consecuencias y medidas de prevención
La situación de sequía que afecta a los bosques de Catalunya se ha vuelto crítica, a pesar de las recientes lluvias que han caído como un rayo de esperanza. El déficit hídrico ha provocado que la vegetación de los bosques se encuentre en un estado de alerta por mortalidad, especialmente en comarcas como El Moianès, Osona y el Bages. Según datos del Departament d’Acció Climàtica, se estima que 1 de cada 10 árboles en estas zonas está gravemente afectado por estrés hídrico.
Especies como la encina, el pino blanco, los matorrales y el pino rojo se encuentran entre las más perjudicadas por la falta de agua, siendo el pino rojo el más afectado. La defoliación grave en un 62% de los árboles durante el año 2023 ha sido un aumento considerable respecto a años anteriores.
Para analizar el impacto de la sequía y el cambio climático en los árboles, el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF) está llevando a cabo un estudio llamado Deboscat. Este estudio evalúa el estado de salud de los bosques, identificando áreas de decaimiento forestal, defoliación y decoloración.
Además, el Govern está implementando el proyecto 8x8CAT para seguir de cerca la respuesta de los árboles ante el déficit hídrico y la defoliación. Se ha observado que no solo el pino rojo presenta altas tasas de mortalidad, sino que el pino blanco, característico del paisaje mediterráneo, también está en peligro.
Las estrategias de gestión forestal se han vuelto imprescindibles para evitar incendios y aumentar la resistencia de los árboles ante la sequía extrema. La falta de gestión forestal en años anteriores ha contribuido a la situación actual, donde se han reactivado medidas para preservar la salud de los bosques. El aumento en la inversión en tratamiento forestal por parte del Govern es una respuesta a largo plazo para revertir la situación.
En cuanto a la prevención de incendios, el Departament d’Acció Climàtica ha reforzado los Grups Especials de Prevenció d’Incendis Forestals (GEPIF) ante la previsión de un verano complicado. La sequía acumulada y el creciente número de árboles muertos representan un riesgo elevado de incendios forestales. La presencia del GEPIF en todo el territorio durante las horas de mayor riesgo permitirá una actuación más eficiente y rápida en caso de incendio.
La supervivencia de la fauna también se ve amenazada por el aumento de las temperaturas y la mortalidad de los bosques. Las especies autóctonas se ven perjudicadas por la presencia de especies invasoras adaptadas a los cambios climáticos, lo que desequilibra la red trófica y pone en riesgo la biodiversidad. Es fundamental tomar medidas para proteger tanto la flora como la fauna de los efectos devastadores de la sequía y el cambio climático en los bosques catalanes.