La última colaboración entre Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio, «Killers of the Flower Moon», ha sido aclamada como un hito cinematográfico.
En esta película, Scorsese se adentra en una historia oscura y poco conocida de la década de 1920 en los Estados Unidos: el Reino del Terror que vivió la Nación Osage, una comunidad nativa americana, debido a una serie de asesinatos.
Scorsese, conocido por su estilo distintivo y su habilidad para contar historias impactantes, se sumerge en un nuevo territorio esta obra. La película destaca por su enfoque crudo y descarnado.
El director se aleja de su habitual estilo frenético, y nos presenta un ejercicio de depuración estilística, centrado en la historia y en la fuerza de las interpretaciones.
Leonardo DiCaprio brinda una actuación magistral en el papel principal, entregándose por completo a su personaje y llevándolo a nuevas alturas.
Es evidente que este papel es uno de los más importantes de su carrera, mostrando su talento y versatilidad como actor.

Killers of the Flower Moon una trama muy sincera
La trama de la película se centra, en los oscuros crímenes cometidos contra la Nación Osage por parte de hombres blancos, que buscaban robarles sus derechos sobre las tierras ricas en petróleo.
Scorsese aborda este tema con una sinceridad brutal, mostrando la crueldad y la violencia que prevalecieron en esa época.
«Killers of the Flower Moon» rompe con las convenciones tradicionales del cine estadounidense, desafiando el canon oficialista y edificante.
Scorsese nos sumerge en una historia cruda y perturbadora, que nos obliga a enfrentar los aspectos más oscuros de la historia de Estados Unidos.
Esta película marca un cambio de paradigma en la narrativa cinematográfica, mostrando que las historias más incómodas y perturbadoras también merecen ser contadas.
Es catalogada una obra maestra cinematográfica, que no solo entretiene, sino que también educa y conmueve.