La gran ampliación de la Unión Europea en el 2004, conocida como el «big bang», cumplió recientemente su vigésimo aniversario. Este hito histórico ha sido recordado como un éxito económico y un estímulo para futuras expansiones. Durante el acto conmemorativo en la Eurocámara, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, destacó la sensación de esperanza y fe en el futuro que marcó aquel momento.
La adhesión de diez nuevos países a la UE trajo consigo beneficios económicos significativos. Según el Banco Mundial, el PIB de estos países se ha triplicado desde entonces, reduciendo la brecha con los Quince originales. Además, el nivel de desempleo se ha reducido a la mitad y la producción agrícola se ha triplicado. A pesar de los temores iniciales sobre una avalancha migratoria, la situación no se materializó como se había temido.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado esta ampliación como un «milagro económico» que ha fortalecido a toda la Unión. Sin embargo, también se han destacado desafíos pendientes, como la división en Chipre y preocupaciones sobre el Estado de derecho y la democracia en algunos países, especialmente en Hungría.
En este sentido, se ha subrayado la importancia de aprender de las lecciones del pasado para garantizar un futuro próspero para Europa. Von der Leyen ha instado a intensificar la asistencia a Ucrania y ha recordado la necesidad de mantenerse unidos frente a los desafíos geopolíticos actuales. La UE ha demostrado en el pasado su capacidad para expandirse con éxito, y se espera que siga haciéndolo en el futuro.
En conclusión, la gran ampliación del 2004 ha sido un hito fundamental en la historia de la Unión Europea, que ha traído consigo beneficios económicos tangibles y ha fortalecido la unidad del bloque. A medida que Europa mira hacia adelante, es crucial recordar los logros pasados y trabajar juntos para abordar los desafíos futuros con determinación y solidaridad.