
Rusia advirtió que se vería obligada a tomar "medidas de represalia" para hacer frente a lo que llamó amenazas a la seguridad creadas por la membresía de Finlandia. Ya había advertido que reforzaría las defensas a lo largo de su frontera con la OTAN si la alianza despliega tropas o equipos adicionales a su territorio. Nuevo miembro.
La medida es un golpe estratégico y político para el presidente Vladimir Putin, quien durante mucho tiempo se ha quejado de la expansión de la OTAN hacia Rusia, aunque la alianza dice que no representa una amenaza para Moscú.
“La Federación Rusa se verá obligada a tomar medidas militar-técnicas y otras medidas de represalia para contrarrestar las amenazas a nuestra seguridad nacional derivadas del ingreso de Finlandia a la OTAN”, advirtió el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Dijo que la medida de Finlandia marca "un cambio fundamental en la situación en el norte de Europa, que anteriormente había sido una de las regiones más estables del mundo".
La capacidad rusa no está clara
Más temprano, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el martes que la membresía de Finlandia refleja el rumbo antirruso de la alianza y advirtió que Moscú responderá dependiendo de qué armas coloquen allí los aliados de la OTAN.
Pero Peskov también trató de minimizar el impacto, señalando que Rusia no tiene disputas territoriales con Finlandia.
No está claro qué recursos militares adicionales podría enviar Rusia a la frontera con Finlandia. Moscú ha desplegado la mayor parte de sus unidades militares más capaces en Ucrania.