
La eurodiputada independentista de Junts per Catalunya (Juntos por Cataluña), Clara Ponsatí, ha quedado en libertad tras permanecer detenida este martes durante varias horas en Barcelona, donde se encontraba dando una rueda de prensa.
A principios de esta semana regresó a Cataluña después de más de cinco años de exilio en Escocia y Bélgica, a pesar de la orden de arresto emitida por el Tribunal Supremo español por un intento fallido de independencia de Cataluña.
Horas después de su liberación, Ponsatí voló a Bruselas para una reunión del Parlamento Europeo, pero debe comparecer ante el tribunal el 24 de abril y ser rastreada constantemente por las autoridades españolas.
El eurodiputado se desempeñaba en el gobierno catalán como ministro de educación regional cuando declaró la independencia de España en octubre de 2017.
Se enfrenta a cargos de desobedecer la ley por ayudar a organizar el referéndum de independencia ilegal.
Anteriormente se enfrentó a cargos de sedición, lo que habría significado tiempo en prisión, pero la reciente reforma del código penal español por parte del gobierno socialista ya no tipifica la sedición como un delito.
A raíz de esto, el Tribunal Supremo español revisó las acusaciones de los organizadores del referéndum que aún no han sido juzgados y dictaminó que Ponsatí solo enfrenta un cargo de desobediencia civil.
Como se trata de un delito que no conlleva cárcel, las autoridades dijeron que Ponsatí nunca habría sido arrestada si hubiera comparecido ante el tribunal tan pronto como llegó a España.
Tras ser capturada por los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica de Cataluña, tuiteó que había sido “detenida ilegalmente”.
La exdirigente catalana también argumenta que no pudo ser detenida debido a la inmunidad provisional que tiene por su condición de eurodiputada.
El Tribunal Supremo de España rechaza esto diciendo que los cargos contra ella y otros políticos catalanes que huyeron de la justicia española en 2017, entre ellos Carles Puigdemont, datan de antes de que fueran elegidos para el cuerpo.
Su regreso a España llega en un momento clave, a sólo dos meses de las elecciones autonómicas. La unidad dentro de los partidos políticos independentistas se hizo añicos el año pasado cuando la coalición regional colapsó.
Si bien Esquerra Republicana (la Izquierda Republicana) todavía encabeza el gobierno regional y ha mantenido negociaciones con el gobierno socialista de España para resolver la disputa, Junts per Catalunya ha perdido influencia política en Cataluña.