El presidente de Rusal, Bernard Zonneveld, dijo en un comunicado que los informes recientes de atrocidades en la ciudad, que estuvo ocupada por tropas rusas durante un mes hasta finales de marzo, habían conmocionado a la compañía.
“Creemos que este crimen debe ser investigado a fondo”, dijo. «Apoyamos una investigación objetiva e imparcial de este crimen y pedimos un castigo severo para los perpetradores».
La declaración de Zonneveld no abordó quién puede ser responsable de las atrocidades, pero continuó diciendo que «tales incidentes hacen que esta terrible tragedia sea aún más traumática».
“Todos deseamos un pronto fin a este conflicto fratricida, que destruye vidas, familias y ciudades enteras. Y queremos que los responsables de tales crímenes sean debidamente sancionados”, se lee en el comunicado.
Rusia ha negado cualquier participación en el incidente y afirma, sin pruebas, que las atrocidades en Bucha fueron escenificadas y parte de una «campaña mediática planificada». Testigos que hablaron con CNN dijeron que la carnicería en la ciudad comenzó hace semanas, cuando fue ocupada por las fuerzas rusas.
Zonneveld, un ciudadano holandés, dijo que Rusal estaba pidiendo una pronta resolución pacífica de este conflicto «para preservar vidas humanas invaluables y volver a la normalidad».
La compañía de metales opera en los cinco continentes y fue responsable del 6% de la producción mundial de aluminio en 2019, según su sitio web.
Su fundador, El multimillonario ruso Oleg Deripaska dijo en la aplicación de mensajería Telegram la semana pasada que la guerra era una «locura» y que ya podría haberse resuelto mediante negociaciones.
Cnn