
China vuelve a abrir sus puertas a los negocios y a la Unión Europea, con la visita de la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, y el presidente francés, Emmanuel Macron.
Pero mientras Beijing busca intensificar los lazos comerciales, la UE quiere romper gradualmente con la dependencia.
¿Cómo "eliminar el riesgo sin desacoplar"? Este es el principal punto de discordia en la reunión bilateral entre China y la UE.
Von der Leyen ha dicho que la relación entre China y la UE debe reevaluarse: "En los últimos diez años, el déficit comercial de la Unión Europea se ha más que triplicado. Alcanzó casi 400.000 millones de euros el año pasado. Lo discutimos porque esto trayectoria no es sostenible y es necesario abordar los problemas estructurales subyacentes".
Sin embargo, el desacoplamiento no será fácil. En 2022, China fue el tercer socio más grande de la UE en términos de exportaciones de bienes y el más grande en términos de importaciones. Un volumen comercial que Von der Leyen sitúa en 2.300 millones de euros al día.
Andrew Small, Senior Transatlantic Fellow, dijo a Euronews: "Creo que la verdadera preocupación del lado chino es precisamente que Europa tendrá una visión de China, que dada la seguridad y los desarrollos políticos que Europa está viendo, impondrá un conjunto de restricciones más estrictas cuando se trata particularmente del acceso a la tecnología, que creo que China contaba con poder seguir adquiriendo de Europa".
El segundo punto de discordia es la relación con Rusia. Claramente, esta visita tiene una agenda de compromiso comercial, pero también diplomática. Después de varios años de aislamiento como resultado de su política cero de COVID-19, existe un esfuerzo colectivo para comenzar a volver a involucrar a China en los niveles más altos de la geopolítica.
Y el compromiso más apremiante para Europa es que China desempeñe un papel más constructivo en la guerra de Ucrania.
"Asegurarse de que Rusia sienta que esencialmente China es capaz de operar como un intermediario para tratar de alentar las conversaciones de paz, para tratar de actuar como una influencia restrictiva sobre Rusia", dijo Small.
O, al menos, que se comprometa a no escalar el conflicto.
Macron destacó que Francia quiere que las armas nucleares queden completamente excluidas del conflicto, que se respeten todos los tratados internacionales sobre el tema y que bajo ninguna circunstancia se desplieguen armas nucleares fuera de un Estado, particularmente en Europa.
El tercer punto de discusión son los derechos humanos. Un desacuerdo ha llevado a la UE a imponer sanciones a China por sus presuntos abusos de las minorías étnicas y religiosas en la región occidental, especialmente los millones de uigures predominantemente musulmanes de Xinjiang. Luego, China respondió imponiendo sanciones a la UE.
"La situación en Xinjiang es particularmente preocupante. Es importante que sigamos discutiendo estos temas y, por lo tanto, agradezco que ya hayamos reanudado el diálogo sobre derechos humanos entre la UE y China", dijo von der Leyen.
A pesar de las diferencias de opinión, hay algunas áreas en las que han acordado cooperar, como el clima.
“Pero no es porque tengamos diferencias que no podemos hablar de ellas primero, compartirlas de una manera muy franca, pero hacerlo de una manera respetuosa, considerando de alguna manera que uno tendría lecciones para dar al otro”, dijo Macron. .