Un imán es un objeto que tiene la propiedad de atraer o repeler otros objetos que contienen hierro o metales magnéticos. Hay distantes formas de llevar un imán en el bolsillo. Estos pueden ser naturales, permanentes, temporales y electroimanes.
Un imán natural es un trozo de magnetita que se encuentra en la naturaleza y que está magnetizado. Un imán permanente es un objeto de material ferromagnético al que se le ha inducido un campo magnético y que lo mantiene para siempre, a menos que se caliente hasta una temperatura muy alta.

¿Qué es un imán?
Un imán temporal es un objeto de material ferromagnético que solo se magnetiza cuando está en presencia de un campo magnético externo y que lo pierde cuando este cesa. Por último, un electroimán es una bobina de alambre por la que circula una corriente eléctrica y que crea un campo magnético mientras recibe la electricidad.
Los imanes permanentes se fabrican con materiales ferromagnéticos duros, como el hierro, el cobalto, el níquel o las aleaciones de neodimio y samario.
Estos materiales se funden en un horno, se moldean en lingotes y se pulverizan en polvo fino. Luego se someten a un proceso de sinterización, que consiste en compactar el polvo bajo alta presión y temperatura para formar el imán. Finalmente se magnetizan aplicando un campo magnético externo muy intenso.
Los electroimanes se fabrican enrollando un alambre de cobre barnizado alrededor de un núcleo de hierro o de otro material ferromagnético.
Al conectar el alambre a una batería o a otra fuente de electricidad, el núcleo se convierte en un imán. Al desconectar el alambre, el núcleo deja de serlo.
¿Por qué llevar un imán en el bolsillo?
Llevar un imán en el bolsillo puede ser muy útil en diferentes situaciones de la vida cotidiana. Por ejemplo:
- Si se te caen las llaves, los tornillos o las monedas al suelo, puedes usar el imán para recogerlos fácilmente sin tener que agacharte o buscar entre la suciedad.
- Si quieres hacer un experimento científico o un juego divertido con tus amigos, puedes usar el imán para crear campos magnéticos, levitar objetos o hacer brújulas caseras.
- Si quieres proteger tus dispositivos electrónicos de posibles daños o interferencias, puedes usar el imán para bloquear las señales electromagnéticas que puedan afectarlos.
- Si quieres decorar tu casa o tu oficina con fotos, notas o recuerdos, puedes usar el imán para pegarlos en superficies metálicas como la nevera, el armario o el radiador.
- Si quieres mejorar tu salud o tu bienestar, puedes usar el imán para aplicar terapias magnéticas que estimulen la circulación sanguínea, alivian el dolor o relajen los músculos.
Como ves, llevar un imán en el bolsillo tiene muchas ventajas y puede sacarte de más de un apuro. Un imán es un objeto pequeño, barato y fácil de conseguir que puede hacer tu vida más fácil y divertida.