
Se estima que unos 500 talleres de la Provincia de Alicante corren grave peligro de cierre, debido al fuerte descenso del volumen de trabajo que parece probable, en caso de aumento de la titularidad de vehículos eléctricos, y la implantación del zonas de bajas emisiones, que deberían comenzar a implementarse este año, en localidades de más de 50.000 habitantes.
Según estimaciones del sector, esto supondrá una notable disminución del volumen de trabajo en estos negocios poniendo en grave riesgo de cierre prácticamente la mitad de ellos, aproximadamente 500. La situación es tan crítica que solo aquellos que son capaces de adaptarse al nuevo mercado necesidades, capacitando a su personal y comprando equipo nuevo y costoso, sobrevivirán.
El Parlamento Europeo dio el paso en febrero de prohibir la venta de vehículos de combustión en la comunidad a partir de 2035, lo que implica una apuesta definitiva por la movilidad eléctrica, un escenario que se incentivará aún más este año con la obligación para los municipios de más de 50.000 habitantes introducir zonas de bajas emisiones.
Se estima que esta última medida afectará a casi cuatro millones de vehículos en España sin etiqueta ambiental, de los casi 11,5 millones de coches que circulan.
Además, un estudio realizado recientemente por la consultora Solera, concluye que más de dos millones de turismos pueden acabar siendo achatarrados, dadas las nuevas restricciones.
En el caso de la provincia de Alicante, aunque no hay estimaciones precisas, se piensa que podrían verse afectados unos 175.000 vehículos, la mitad de los cuales serían dados de baja.
Con este panorama, no es de extrañar que la preocupación se haya extendido entre los talleres mecánicos. Así lo reconoce la Asociación de Empresarios de Talleres de Reparación de Automóviles de Alicante (Atayapa), cuyo presidente, Guillermo Moreno, dice que la situación es sumamente compleja.
“Estamos ante un escenario muy complicado, teniendo en cuenta la reducción del volumen de trabajo y el crecimiento paulatino de los vehículos eléctricos en detrimento de los de combustión”.
También se da la situación de que los conductores siguen teniendo dudas a la hora de elegir un motor u otro a la hora de comprar un coche nuevo, por lo que también se aplaza la compra de vehículos nuevos, mientras aumentan las restricciones para la circulación de vehículos antiguos. .
Con todo ello, se estima que alrededor de la mitad de los 1.100 talleres mecánicos de la provincia pueden acabar bajando sus persianas.
Guillermo Moreno agrega que “no todos se verán afectados por igual. Dependerá de su especialización, y también de la apuesta que hagan para dar respuesta a las nuevas necesidades de la flota, algo que será absolutamente fundamental para sobrevivir”.
En la provincia de Alicante hay ocho municipios que están obligados a implantar zonas de bajas emisiones a partir de este año, de acuerdo con la normativa europea. Son Elche, Torrevieja, Orihuela, Benidorm, Alcoy, San Vicente del Raspeig y Elda, todas ellas con más de 50.000 habitantes.
En este momento, sin embargo, ninguno de ellos ha cumplido con la normativa, aunque algunos se están preparando para hacerlo.