El reconocido chef Fermí Puig y su socio, el experimentado jefe de sala Alfred Romagosa, han anunciado el cierre de su restaurante a finales de este mes. La noticia fue adelantada por RAC1 en el programa de Jordi Basté, donde Puig es colaborador habitual. Tras una exitosa trayectoria que incluye trabajar con Montse Guillén, en Canarias y en El Bulli, Puig decide retirarse.
Fermí Puig y Alfred Romagosa empezaron a trabajar juntos en el Drolma del Hotel Majestic, un restaurante que marcó pauta en Barcelona al demostrar que se puede disfrutar de alta cocina dentro de un hotel. Tras el cierre del Drolma en 2011, Puig junto a Romagosa y otros socios abrieron el restaurante que lleva su nombre en 2013. Con una propuesta de cocina tradicional catalana a precios asequibles, el restaurante Fermí Puig se ha destacado en la escena gastronómica.
El cierre del restaurante ubicado en la calle Balmes marca el final de una era culinaria que ha contribuido significativamente a la difusión de la gastronomía catalana. Los platos emblemáticos de Puig, como el cabrito embarrado en adobo, quedarán grabados en la memoria de los comensales que han disfrutado de su propuesta.
El legado de Fermí Puig perdurará en la escena gastronómica, recordándonos su talento y pasión por la cocina durante muchos años. Su influencia en la gastronomía catalana seguirá siendo motivo de inspiración para las generaciones venideras.