En una manifestación que ha reunido a cerca de 700 personas convocada por la empresa de desalojos extrajudiciales Desokupa en el centro de Barcelona, se ha evidenciado el descontento hacia la alcaldesa Ada Colau y su postura en relación a la ocupación de viviendas. A su vez, una contramanifestación, convocada a pocos metros de distancia, ha reunido a aproximadamente 150 personas, según informaciones proporcionadas por el Ayuntamiento.
Las movilizaciones a favor y en contra de la ocupación han sido una constante en la ciudad en los últimos tiempos, especialmente debido a la polémica generada en torno a los edificios ocupados de La Ruina y El Cubo en el barrio de la Bonanova. Este jueves, las dos manifestaciones se llevaron a cabo simultáneamente en el centro de Barcelona, aunque un despliegue policial más discreto que en ocasiones anteriores evitó que ambos grupos se encontraran.
Esta es la segunda convocatoria realizada por Desokupa, una empresa con fuertes vínculos de ultraderecha que ha abogado por el desalojo extrajudicial de los edificios ocupados, acción que finalmente fue impedida por los Mossos d’Esquadra.
Durante la manifestación de Desokupa, que inició en la Plaza Universidad y se trasladó hasta la Plaza España, se escucharon numerosas proclamas en contra de la alcaldesa Ada Colau. La pancarta principal afirmaba «La sociedad civil contra Ada Colau», y se corearon consignas de «fuera» y «dimisión», además de insultos que, aunque algunos manifestantes intentaron frenar, se repitieron en varias ocasiones.
Los gritos en contra de los okupas también se hicieron presentes, así como los insultos dirigidos a Pedro Sánchez. Además, se corearon consignas como «Viva España», «Viva el rey» y «Desokupa no se toca».


Por su parte, los Mossos d’Esquadra procedieron a la identificación individual de los 150 participantes de la contramanifestación a favor de las ocupaciones. Estos manifestantes partieron de la Plaza dels Àngels, en el corazón del Raval, y en la Ronda de Sant Antoni se encontraron con el bloqueo policial. Posteriormente, en la calle Tallers, después de momentos de tensión, fueron rodeados en la Plaza Castella, donde fueron identificados por las autoridades.
La ocupación de viviendas ha generado controversia en el contexto electoral, siendo utilizada por partidos de extrema derecha como Vox, Ciudadanos y Valents para obtener apoyo de cara a las elecciones municipales. Sin embargo, cabe destacar que según datos proporcionados por Ser Catalunya y confirmados por la ACN, el 98% de las ocupaciones denunciadas en Cataluña en 2022 ocurrieron en viviendas vacías. Solo un 2,3% correspondió a violaciones de domicilio en viviendas habitadas.
Estos datos ponen en perspectiva la problemática de la vivienda en la región, resaltando las dificultades de acceso y las desigualdades existentes. Mientras algunos partidos políticos han centrado su atención en estos problemas estructurales, la extrema derecha ha utilizado la ocupación como un punto de enfoque para su discurso electoralista.
El descontento hacia la alcaldesa Ada Colau se ha manifestado una vez más en las calles de Barcelona, reflejando la polarización y la tensión existente en torno a la ocupación de viviendas. A medida que las movilizaciones continúan, es importante buscar soluciones efectivas que aborden las desigualdades en el acceso a la vivienda y promuevan un diálogo constructivo entre los diferentes actores involucrados. Solo así se podrá avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa en este aspecto fundamental de la vida de las personas.