La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta al sistema nervioso central y que se caracteriza por la destrucción de la mielina, la capa protectora que rodea a las fibras nerviosas.
Esto provoca alteraciones en la transmisión de los impulsos nerviosos y produce síntomas como debilidad, espasticidad, temblor, fatiga, dolor, problemas visuales, cognitivos y emocionales.
La esclerosis múltiple afecta a más de dos millones de personas en el mundo y suele aparecer entre los 20 y los 40 años, siendo más frecuente en mujeres que en hombres.
¿Por qué se genera?
La causa de la esclerosis múltiple se desconoce, pero se cree que tiene un origen autoinmune, es decir, que el sistema inmunitario ataca por error a las células propias del organismo. También se han implicado factores genéticos, ambientales e infecciosos en su desarrollo.
La esclerosis múltiple no tiene cura, pero existen tratamientos que pueden modificar el curso de la enfermedad, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Tratamiento de la esclerosis múltiple
Actualmente hay más de una docena de fármacos aprobados para el tratamiento de la esclerosis múltiple, que se clasifican en inmunomoduladores e inmunosupresores.
Los inmunomoduladores actúan sobre el sistema inmunitario para reducir la inflamación y la desmielinización. Los inmunosupresores inhiben o bloquean el sistema inmunitario para evitar los ataques autoinmunes.
Estos fármacos pueden administrarse por vía oral, intravenosa o subcutánea y tienen diferentes mecanismos de acción, eficacia y efectos secundarios.
Además de los fármacos disponibles, hay otros 11 fármacos en ensayo clínico que prometen mejorar el tratamiento de la esclerosis múltiple.
Algunos de ellos son:
Ozanimod
Un modulador selectivo de los receptores de esfingosina-1-fosfato que reduce la infiltración de linfocitos en el sistema nervioso central
Ofatumumab
Anticuerpo monoclonal que se une al receptor CD20 de los linfocitos B y los elimina
Evobrutinib
Es un inhibidor selectivo de la tirosina quinasa de Bruton que interfiere con la activación y proliferación de los linfocitos B
Masitinib
Un inhibidor selectivo de las quinasas implicadas en la activación y supervivencia de los mastocitos
Ibudilast
Inhibidor de las fosfodiesterasas que tiene efectos antiinflamatorios y neuroprotectores
Opicinumab
Un anticuerpo monoclonal que se une a la proteína LINGO-1 e induce la remielinización
MD1003
Una forma altamente concentrada de biotina que estimula las vías metabólicas necesarias para la producción de mielina;
CNM-Au8
Suspensión acuosa de nanopartículas de oro que mejora el metabolismo celular y favorece la reparación neuronal.

Además de estos fármacos en ensayo clínico, hay una vacuna experimental basada en el ARN mensajero (ARNm) que ha mostrado resultados prometedores en modelos animales de esclerosis múltiple.
Esta vacuna ha sido desarrollada por el mismo grupo que creó la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer/BioNTech y consiste en introducir en las células del organismo un ARNm que codifica para una proteína específica del sistema inmunitario.
De esta forma, se logra suprimir selectivamente la respuesta autoinmune contra la mielina sin afectar al resto del sistema inmunitario.
Estos avances científicos ofrecen esperanza a las personas con esclerosis múltiple y abren nuevas posibilidades terapéuticas para modificar el curso de la enfermedad, reducir los brotes, prevenir las discapacidades y mejorar la calidad de vida.
Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer para confirmar su seguridad y eficacia en humanos y para hacerlos accesibles a todos los pacientes que los necesiten.